(Gran viñeta de Quino para ilustrar esta entrada)
Podemos pensar que lo estamos haciendo bien, que somos personas educadas, sociables, sin ninguna dificultad a la hora de estar con los demás. “Yo me llevo bien con todo el mundo”, “Si a alguien no le gusta cómo soy, es su problema”.
Eso piensa Miguel, muy seguro de ser una persona simpática y divertida, alguien con quien cualquiera estaría encantado/a de tomarse un café y echar un ratillo. Aunque el caso es que en el trabajo le cuesta que alguien aproveche su descanso para tomarse ese café con él. ¡Y no será porque no invita veces!. Pero es que la gente siempre va a lo suyo, siempre están liados/as o tienen una llamada que hacer o “es que voy a acercarme con fulanito a mirar una cosa rapidito, otro día de verdad”. Y eso que muchas veces sólo quiere comentar el último partido de su equipo, ¡si a todo el mundo le gusta hablar de fútbol!.