A veces, estando con otra persona, nos encontramos con el dilema de actuar como realmente deseamos o como lo que creemos que está esperando de nosotros/as.
Un caso muy típico es cuando nos piden que hagamos algo que no queremos, y nos encontramos con que si aceptamos nos sentiremos mal por ir en contra de lo que deseamos, pero si nos negamos podemos sentirnos igualmente mal si la otra persona se siente rechazada o se molesta. Es una lucha entre lo que “quiero” y lo que entiendo que “debo” hacer en ese momento respecto a la otra persona.
Hay quien puede valerse de esos sentimientos negativos para intentar manipularnos y que terminemos haciendo lo que desea. A veces dejamos que esto ocurra para evitar sentirnos mal con nosotros/as mismos/as y no sentirnos culpables por no hacer lo que se supone que se está esperando por nuestra parte.
Para evitar que nadie, ni siquiera nosotros/as, manipule nuestros comportamientos y sentimientos existen unos Derechos Asertivos (Smith ya los enumeró en 1977). Conocerlos nos ayuda también a no manipular a los demás. Son unos derechos no escritos que nos ayudan a mantener la buena salud de nuestra autoestima. Tal vez al leerlos pienses que son obvios y que no están diciendo nada nuevo. La cuestión es ¿realmente los practicas?, ¿o los ignoras en determinadas situaciones?.
No debemos buscar a nadie que defienda estos derechos por nosotros/as, lo que no significa que no busquemos ayuda cuando sea necesario, pero no debemos ceder el 100% de la responsabilidad de defender un derecho propio a un tercero (por ejemplo, nuestra pareja no tiene por qué ser quien haga valer nuestros derechos ante nuestra familia política, ni es responsabilidad de nuestro compañero de trabajo la defensa absoluta de nuestros intereses laborales).
Algunos de estos derechos son:
- Derecho a tener y expresar nuestras propias opiniones, emociones y comportamientos, y a ser responsables de ellos
- Derecho a elegir si nos hacemos o no responsables de los problemas de los demás
- Derecho a elegir si damos o no explicaciones
- Derecho a decir «No» sin sentirnos culpables
- Derecho a cambiar de opinión
- Derecho a cometer errores
- Derecho a decir “no lo sé”
- Derecho a cambiar las cosas que no nos gustan
- Derecho a no necesitar la aprobación de los demás
- Derecho a tomar decisiones alejadas de la lógica
- Derecho a ser tratado/a con respeto
- Derecho a no comprender las expectativas de los demás
- Derecho a no intentar ser perfecto/a
Pistas
- Piensa en situaciones y/o personas que te hacen sentir malestar (inseguridad, enfado, retraimiento) y pregúntate ¿qué derecho me estoy saltando?
- Atreverte a defender tus derechos no significa que no tengas en cuenta los deseos y opiniones de los demás ni que dejes de darles explicaciones cuando lo consideres adecuado. Sólo que tomemos decisiones, en última instancia, sabiendo que nuestra es la libertad de escoger y decidir qué hacer, qué decir, qué pensar y qué sentir.
- Respecto a las demás personas, asumiremos que también tienen estos derechos y los respetaremos y dejaremos de sentirnos mal cuando no actúen de la forma en que nos gustaría.
Idea Clave
Conocer y respetar los derechos asertivos, tanto en nosotros como en los demás, nos ayuda a mejorar nuestra autoestima, a sentirnos más a gusto en nuestras relaciones, a percibir un mayor control sobre nuestras emociones y a hacer sentir a los demás más respetados y valorados.
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