Poner límites supone una de las tareas en la que madres y padres tienen que demostrar más paciencia. Con las normas les estamos enviando dos mensajes básicos a nuestros/as hijos/as “Esto es lo que espero de ti y lo espero de esta forma” y “Esto es lo máximo a lo que puedes llegar, de aquí no puedes pasar”.
Siempre es más fácil portarse bien si las normas están claras y si el o la peque encuentra una motivación para cumplirlas.
¿Cómo puedo saber si los límites que pongo a mi hijo/a no están siendo adecuados?:
- Se está convirtiendo en un/a pequeño/a tirano/a, ordena y amenaza para lograr lo que quiere
- No se contenta con nada
- No admite fallos y errores
- No muestra respeto por las personas adultas
- Cuestiona continuamente lo que se le dice
- Se enfrenta y discute con los/as adultos/as
- No admite la más mínima frustración. Cualquier “No” desencadena una reacción excesiva
- Si se le intenta retirar un juguete o algo que tenga entre manos se muestra muy irritable
¿Dónde me puedo estar equivocando y por eso no consigo el resultado que espero?
- Pongo demasiados límites y bloqueo al/a niño/a
- No le ayudo a comprender qué sentido tienen
- Cedo con facilidad ante su llanto y cuando se enfurruña porque me da pena y no quiero que mi hijo/a se enfade conmigo
- Me cuesta tener paciencia, cuando llego a casa estoy agotado/a y me desespero con facilidad
- No me muestro flexible en ciertas ocasiones
- Creo que, o me comporto de forma cariñosa con él/ella o de forma autoritaria, considero que no son dos actitudes compatibles así que escojo una u otra
- Para un rato que estoy con él/ella no quiero que se enfade conmigo, así que prefiero ser blando/a
- Dudo acerca de cómo pararle los pies y cada vez actúo de una forma diferente
- Recuerdo mi infancia como si viviera en el ejército, no quiero educar de esa forma
- Yo no me comporto de la forma que le exijo a él/ella que lo haga
¿Qué gana mi hijo/a si le marco unas normas claras?
- Seguridad: si sabe cuáles son los comportamientos adecuados y cuáles las consecuencias de traspasar las normas, y éstas se aplican siempre, sentirá que su mundo tiene coherencia
- Habilidad a la hora de relacionarse con otras personas: algo fundamental en su proceso de socialización
- Tolerancia a la frustración: cada vez que le enfrentamos a un “No” le enseñamos a qué hacer cuando siente esta emoción
- Sentirse bien consigo mismo/a: cuando sepa que se ha portado bien se sentirá orgulloso/a
¿Cómo puedo ponerle límites eficaces?
- Hay que explicar las normas claramente y de forma que le sean comprensibles
- Hay que explicar que en función de si se cumplen o no habrá unas consecuencias positivas o negativas
- Hay que aplicar las consecuencias de cumplir o no con las normas, si no pierden su valor
- Las consecuencias de saltarse un límite no deben tener como objetivo hacerle sentir mal sino ayudarle a hacerse responsable de su comportamiento
- Mi pareja y yo acordamos marcarle los mismos límites
Pistas
- Gestionar adecuadamente tu estado de ánimo es fundamental para educar. La impaciencia, la culpa, la pena… no son buenas compañeras de la educación de tu hijo/a
Idea Clave
Límites y Cariño no están reñidos. La mejor forma de educar a nuestros/as hijos/as es demostrarles un amor incondicional a la vez que les marcamos normas claras y coherentes.
¿Te gustaría tener una Sesión de Psicología?
Prueba la psicología Online (email, videoconferencia) fácil, cómoda y eficaz.
Ponte en contacto conmigo y te informaré sin compromiso
email. marta@psicoemocionate.com telf. (+34) 622.595.544
Aún no hay comentarios. ¿Te gustaría añadir uno?