Ya no sabemos qué hacer con él. Ha llegado un punto en el que hasta temo que llegue la hora de salir del colegio, porque sé que ya no tendremos ni un minuto de paz. Mi pareja y yo no paramos de discutir, nos está afectando. Todo el tiempo patalea y grita y ha empezado a pegarnos cuando le regañamos. La hora de comer y el momento de vestirse para ir al colegio son un auténtico infierno, y en el trabajo ya me han llamado la atención porque he llegado tarde más de un día. Nada funciona con él. Lo hemos probado todo, ¡todo!. Estamos desesperados y agotados. No sabemos a quién habrá salido con este carácter, todo con él es difícil. Ya no sabemos qué hacer.
Elena 37 años, madre de Víctor 5 años-
Hoy tenemos más información que nunca acerca de cómo educar a nuestros/as hijos/as (reportajes en televisión, miles de artículos en internet, programas de radio, montones de libros…), y sin embargo cada vez son más los padres y madres que solicitan ayuda profesional pues se sienten inseguros/as al llevar esa información a la práctica (¿lo estaremos haciendo bien?, ¿no le estaremos maleducando?, ¿qué podemos hacer para evitar que las rabietas vayan a más?) o porque, como Elena, observan desesperados e impotentes como la convivencia familiar se deteriora por unos malos comportamientos que no saben cómo parar.
Educar a los/as hijos/as desde una Perspectiva Positiva es fundamental, no sólo para eliminar y prevenir problemas de conducta, sino también para disfrutar de la experiencia de educar. A continuación voy a describir algunos errores y varios aciertos a tener en cuenta en el día a día con los/as menores.
Comportamientos a EVITAR en la educación de vuestro/a hijo/a:
- Permisividad: a veces porque da pena ver que el /la niño/a se entristece, enfada o frustra. Pues aquí os digo rotundamente que ¡no hay pena que valga!, ya que los límites son necesarios para crecer con seguridad y con una autoestima sana. Y es responsabilidad de mamá y papá enseñarle qué está bien y qué está mal.
- Autoritarismo: tampoco vale irnos al extremo opuesto de la permisividad. Obedecer “porque lo digo yo” crea niños/as inseguros/as, sumisos/as y daña igualmente su autoestima. Además el autoritarismo suele escatimar el afecto, y cariño y límites deben ofrecerse a partes iguales.
- Incumplir amenazas y promesas: normalmente se incumplen porque suelen ser poco realistas (por ejemplo, dejarle un mes entero sin tele) o porque luego da pereza cumplirlas (como asegurarle que le llevaras a jugar al parque si se termina la comida y luego decirle que estás cansado y que mejor otro día).
- Ignorar: me refiero a no prestar atención cuando el/la niño/a trata de comunicarse (con palabras o con gestos). Dedicarle esa atención, incluso escuchar sus protestas y argumentos, no significa que tengáis que ceder. Además es una oportunidad estupenda para enseñarles cómo comunicarse adecuadamente incluso cuando nos dicen algo que no nos gusta.
- Impacientarse: los/as niños/as tienen su propio ritmo, no es posible pretender que hagan las cosas tan rápidos como quisiéramos. Lo mejor es tener siempre previsto un tiempo de margen (por ejemplo, si queremos que se vista solo y hemos quedado, dejar preparada la ropa previamente y que empiece media hora antes).
- Incoherencia: entre lo que decís y lo que hacéis, y entre papá y mamá. En la educación de vuestro/a hijo/a tenéis que ser como Fuenteovejuna “todos a una”.
- Actitud negativa: pensar cosas como que “Ya cambiará con la edad”, “Es un problema de carácter, no se puede hacer nada”, “Yo no soy quien tiene que cambiar, es mi hijo quien debe dejar de portarse mal” sólo hacen que os frustréis y tiréis la toalla desesperados/as. Además estos pensamientos suelen ser falsos, y así lo demuestra el hecho de que son muy comunes en los padres y madres que acuden a Escuelas de Familia o buscan orientación psicológica. Pensamientos que cambian cuando aprenden técnicas y habilidades que les ayudan a mejorar el comportamiento de sus hijos/as y las relaciones con ellos/as.
Comportamientos a FOMENTAR en la educación de vuestro/a hijo/a (EDUCACIÓN POSITIVA):
- Normas cortas, concretas, sencillas y directas: sermonear no funciona, lo más efectivo es especificar lo que se espera del/a niño/a con frases breves, adaptadas a su edad, asegurándoos de que os escucha (estando en la misma habitación, mirándole a los ojos…) y concretando de forma objetiva (cambiar el gastado “Pórtate bien” por “En el sofá siéntate con calcetines, sin los zapatos”).
- Especificar lo que SÍ queréis: es muy común que se señale únicamente lo que no está bien o lo que NO queremos que haga (“No chilles”, “No te sientes así”, “Ésa no es forma de tratar a tu hermano”), y sin embargo si no les ofrecemos una alternativa adecuada de comportamiento no sabrán que tienen que hacer (“Habla más bajito”, “Siéntate apoyando la espalda en el respaldo”, “Tu hermano es pequeño, hay que tocarle despacito”).
- Confiar y animar: tener expectativas positivas, y realistas, sobre lo que el/la niño/a puede conseguir, animarle a intentarlo y a esforzarse y valorar cada intento que haga por mejorar.
- Mismas normas con sol y con lluvia: me refiero a que vuestro estado de ánimo no puede influir en las normas (hoy estoy enfadada por un mal día en el trabajo y eso hace que no cumpla una promesa, por ejemplo), igual que tampoco lo debe hacer el cambio de contexto (es cierto que algunas normas pueden flexibilizarse, pero la mayoría es conveniente que se mantengan independientemente de si estamos en casa, en la calle, en casa de la abuela…).
- Hacer referencia a comportamientos no a su forma de ser: en vez de “Eres insoportable” cambiarlo por “No me gusta cómo te has comportado con la primita. Hay que saber compartir los juguetes”. Decirle “Eres…” implica que es su forma de ser, independientemente de lo que haga, es decirle que es así 24 horas al día, 7 días a la semana. Y si el adjetivo es negativo puede llegar a pensar que no puede cambiar (para qué hacer un esfuerzo por recoger bien el cuarto si soy un desastre).
- Amor incondicional: el/la niño/a debe tener claro que cuenta siempre con el amor de su madre/padre. Si siente que tiene que ganarse su cariño se sentirá inseguro/a y su autoestima se verá seriamente perjudicada.
Pistas
- Os invito a realizar el siguiente ejercicio de Educación Positiva. En los próximos días cada vez que observéis a vuestro/a hijo/a haciendo algo bien (no tiene que ser nada extraordinario, portarse bien es todo aquello que sea no portarse mal) hacérselo saber y además anotarlo en una hoja que esté en algún lugar visible. Al final del día leerle la lista y demostrarle lo bien que os sentís (felicitarle, abrazarle, sonreírle…). Con este ejercicio se refuerza su autoestima al sentirse valorado/a y querido/a y sentir vuestro orgullo, y por otro lado a vosotros/as os hará más conscientes de todas las cosas buenas que hace a lo largo del día y que a veces pasan desapercibidas al quedar empañadas por los malos comportamientos.
Idea Clave
No existen hijos/as perfectos. Pero tampoco madres y padres perfectos. Lo que sí existen son técnicas y herramientas que se pueden aprender para fomentar una educación positiva y mejorar la convivencia familiar.
¿Te gustaría tener una Sesión de Psicología?
Prueba la psicología Online (email, videoconferencia) fácil, cómoda y eficaz.
Ponte en contacto conmigo y te informaré sin compromiso
email. marta@psicoemocionate.com telf. (+34) 622.595.544
Aún no hay comentarios. ¿Te gustaría añadir uno?