Menos ¡NO! y Mejores Resultados
3 de septiembre de 2014 Escrito por Marta Cañeque Educación Emocional y Positiva 0 comentarios en “Menos ¡NO! y Mejores Resultados”“¡David no toques!”, “Carolina no corras”, “¡Paula no grites!”, “Leo no empujes a tu hermano”, “Javi no cruces sin mirar”, “Lucía no te subas al sofá con zapatos”… Una vez leí que a principios del siglo XX más del 60% de las mujeres llevaban “María” en su nombre (María de los Ángeles, María del Carmen, María del Rosario…), pues bien, tengo la sensación de que en nuestra época actual la mayoría de las niñas y de los niños tienen también nombre compuesto, pero en este caso el segundo nombre de pila es “No”. Conozco (dentro y fuera del Gabinete) infinidad de “MarcosNo”, “ÁlvaroNo”, “NievesNo”… que es como escucho que los llaman sin cesar sus padres y madres (y normalmente el tono que acompaña es una mezcla entre cansancio, malhumor y paciencia más que agotada).
Son varios los inconvenientes de utilizar hasta el desgaste la palabra “No”. Por un lado, si se utiliza de forma constante pierde eficacia, tu hijo/a se acostumbra a ella y llega un momento en que el No entra por un oído y sale por el contrario. Por otro, al emplearlo de forma indiscriminada tanto para marcarle un límite al niño/a como para avisarle de un peligro, éste no es capaz de distinguir las diferencias entre un acto que supone una molestia (“No grites”) de otro que encierra un peligro considerable (“No cruces que vienen coches”), por lo que sin querer estamos disminuyendo las probabilidades de evitar con éxito las situaciones de riesgo.