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Emociones: Mitos y Leyendas

12 de julio de 2017 Escrito por Educación Emocional y Positiva, Equilibrio y Bienestar, Inteligencia Emocional 0 comentarios en “Emociones: Mitos y Leyendas”

Nadie quiere sentirse mal, ni sufrir ni tener dificultades. Pero, por mucho que no nos guste sentirnos tristes, ansiosos/as o enfadados/as esto no significa que tengamos que librarnos de determinadas emociones

 

El problema es que algunas de las emociones que sentimos tienen muy mala fama. Lo normal es que durante nuestra vida no hayamos contado con una adecuada educación emocional y que la que hayamos recibido esté llena de mitos. Éste es uno de los principales obstáculos para relacionarnos con lo que sentimos de una forma más sana y adaptativa

 

Así que, vamos a ponernos manos a la obra y a DESMONTAR algunas FÁBULAS y LEYENDAS sobre las EMOCIONES 😉

 

Mito 1: “Hay emociones buenas y malas”

Realmente lo que hay son emociones agradables o desagradables, pero todas son importantes y necesarias. Las emociones nos proporcionan información sobre lo que está sucediendo en nuestro mundo, y sin esta información no seríamos capaces de dirigir nuestra vida hacia donde queremos que vaya (otra cosa es que sepamos o no “leer” bien lo que tratan de decirnos)

 

Mito 2: “Algunas emociones son peligrosas y hay que librarse de ellas”

En origen, todas las emociones son sanas y necesarias, el problema aparece cuando son excesivas en intensidad y frecuencia

 

Por ejemplo, la ansiedad es una de esas emociones que nos han repetido que es mejor no sentir. Sin embargo, su misión es prepararnos para un posible peligro futuro y sin ella nos pillarían por sorpresa ciertos acontecimientos negativos. Ahora bien, cuando vivimos continuamente en un estado de alerta, o la intensidad de esa ansiedad es tal que nos desborda e impide vivir nuestra vida con normalidad, entonces sí estamos ante un problema. Pero incluso en este caso, la solución no es eliminar la emoción sino reducirla a unos niveles que sean adaptativos

 

Mito 3: “Demasiada ansiedad es peligrosa para el cuerpo”

La ansiedad no daña al cuerpo puesto que es una reacción natural del organismo que tenemos todas las personas, y nuestro  cuerpo está perfectamente preparado para resistirla

 

Mito 4: “Cuando una persona está triste hay que animarla”

La tristeza aparece cuando tenemos que afrontar una situación de pérdida o desesperanza. En estos casos suele ser adecuado pasar un tiempo de recogimiento, que nos ayude a asumir lo que ha sucedido y a reunir fuerzas para poder seguir adelante. Este es el motivo por el que cuando estamos triste parece que “nos quitan las pilas”. Nos desaparecen las ganas de hacer cosas para que de esta forma podamos centrarnos en nosotros/as mismos/as y en lo que necesitamos en esos momentos. Y además, la tristeza facilita que otras personas nos ofrezcan su apoyo, el cual puede ser una ayuda extra para recuperarnos

 

Mito 5: “Sentir miedo significa ser débil”

Nada más alejado de la realidad. ¿Acaso no se enciende en un coche un piloto de alarma cuando un elemento importante está fallando?. Este tipo de chivatos suelen indicarnos que tenemos que actuar de forma inmediata y que más nos vale llevar lo antes posible el coche al taller. Pues el miedo es nuestro piloto de alarma. Es quien se encarga de avisarnos de que hay un peligro inminente que requiere toda nuestra atención y al que debemos dar respuesta

 

Mito 6: “La ira hace daño”

Con la ira suele pasar que confundimos la emoción en sí con la expresión de la emoción. La ira nos avisa de que nos están atacando y de que es necesario defendernos. Hasta aquí la cara funcional de esta emoción. La cuestión es si sabemos gestionar nuestra forma de expresarla. Si somos, por ejemplo, capaces de pararle los pies a una persona que nos está tratando mal con firmeza y decisión o si nos dejamos arrastrar por lo que sentimos y la expresamos con insultos, gritos u otros tipos de agresiones

 

Mito 7: “Si en una situación me siento mal lo mejor que puedo hacer es irme”

Esto a corto plazo puede resultar efectivo, puesto que estamos reduciendo o eliminando temporalmente algo que nos genera malestar. Pero puede tener serias consecuencias a medio y largo plazo si convertimos la evitación en nuestra principal estrategia para afrontar situaciones y emociones desagradables

 

Mito 8: “Para ser feliz sólo hay que sentir emociones agradables”

Si las emociones desagradables nos ayudan a anticipar y afrontar peligros, a cuidar de nosotros/as mismos/as y a contar con mayor apoyo social, difícilmente vamos a “poder ser felices” (con todo lo subjetiva que puede ser esta expresión) sin ellas

 

Mitos Emociones Psicoemocionate infografía

 

Pistas

  • Todas las emociones en origen son útiles. Los problemas aparecen cuando las vivimos con demasiada intensidad y/o frecuencia, cuando no sabemos gestionarlas adecuadamente o cuando nos empeñamos en rechazarlas o evitarlas a toda costa

 

  • Muchas personas tienen dificultades para gestionar las emociones desagradables e incómodas. Algo que aparece especialmente en los trastornos depresivos o ansiosos

 

  • Cuando dejamos de etiquetar a ciertas emociones como malas o peligrosas comenzamos a relacionarnos con ellas de una forma más adaptativa y sana

 

Idea clave

Tristeza, Ira, Miedo y Ansiedad tienen muy mala fama, pero son emociones necesarias que juegan un papel muy importante en nuestra vida


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