Porque la intención sin acción no sirve de nada, y los buenos propósitos están muy bien pero tenemos que reconocer que muchas veces no duran más allá del énfasis del comienzo del año, y en muy poco tiempo se van desinflando.
En estos días solemos hacer balance de los últimos 12 meses y quizás no salimos tan bien parados/as como nos gustaría. Al final no me apunté a inglés, el en gimnasio duré dos meses, la habitación sigue sin pintarse… ¿Dónde se quedaron nuestras buenas intenciones y esos propósitos que nos prometíamos tan felices mientras procurábamos no atragantarnos con las uvas?. ¿Nos juega la ilusión una mala pasada?. ¿Debemos abandonar toda esperanza de terminar algún año con la agradable sensación de haber conseguido nuestras metas?. ¡¡¡Para nada!!!. Pero si queremos que nuestros objetivos pasen de ser sólo deseos a hacerse realidad es indispensable que nos planifiquemos bien y que concretemos nuestros sueños de forma que nos sea más fácil alcanzarlos.
A continuación, las claves para definir nuestros objetivos de la forma más eficaz posible y facilitar que nuestros deseos y metas se cumplan. ¡Venga, que tenemos 12 largos meses por delante!
- Concreta: nada de deseos abstractos, imprecisos o confusos
“Quiero ser más feliz”… eso está muy bien ¿pero qué significa exactamente?, y ¿cómo vas a conseguirlo?
En la investigación científica y periodística se utiliza la Regla de las 6 W para considerar que una respuesta es completa cuando se da información sobre 6 preguntas: Quién (Who?) , Qué (What?), Cómo (How?), Cuándo (When?), Dónde (Where?), Por qué (Why?). Que cada uno de tus objetivos se guía por esta máxima.
- Habla en términos Medibles: si tu objetivo no es medible no podrás comprobar si lo vas consiguiendo o no.
En vez de “Voy a quitarme los kilos de más” proponerse “Quiero adelgazar 3 kilos en dos meses”. De esta forma puedes ir comprobando semanalmente si te vas acercando a tu objetivo, y si no es así puedes revisar y modificar la forma en que lo estás llevando a cabo.
- Sé Realista: si las metas que te planteas son excesivamente elevadas o no tienes en cuenta si dispones de los recursos necesarios lo más seguro es que pierdas la motivación y te sientas frustrado/a.
“Hace años que no entreno pero este año ¡me voy a hacer un maratón!”… casi mejor empezar por “Este año voy a comenzar a mejorar mi forma física saliendo a correr 3 días a la semana”
- Motívate: los objetivos del tipo “No voy a fumar más”, “Voy a dejar de comer dulces”, “No perder los nervios en el trabajo”… no resultan muy atractivos porque no dejan de ser una prohibición. La forma en que nos hablamos repercute directamente en nuestro estado de ánimo, así que vamos a plantearnos los mismos objetivos pero en positivo: “Voy a mejorar mi salud y tengo suerte de contar con el apoyo de mi familia”, “Voy a cambiar el bollo de cada tarde por unas piezas de fruta y por la noche me premiaré con una onza de chocolate negro”, “Voy a practicar el autocontrol en el trabajo, haciendo ejercicios de respiración y relajación”.
Cuando vayas consiguiendo pequeños logros felicítate y date algún que otro capricho. Conseguimos mucho más dándonos una palmadita que regañándonos.
- Ponte fechas: fundamental para no reducir a cero tus ganas y porque al ir poniéndote plazos puedes comprobar que vas acercándote a tu objetivo y eso dispara la motivación. No seas como Felipe, del genial Quino.
Pistas
- Coge papel y lápiz y diseña tus objetivos. Es más fácil comprobar que cumplen todos los requisitos si los tenemos escritos
Idea Clave
Cuanto mejor te planifiques con mayor facilidad alcanzarás aquello que te propongas y antes disfrutarás el orgullo de ir avanzando y consiguiendo objetivos, personales y profesionales.
Y mientras nos encontramos en el nuevo año, aprovecho para agradeceros vuestra compañía en el blog y sobre todo ¡¡vuestros comentarios, preguntas y opiniones que tan amablemente compartís tanto aquí como en twitter y en facebook!!
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