La convivencia con una persona con ansiedad puede resultar agotadora y frustrante. Llega un momento en que parece que nada de lo que se haga sirve para tranquilizarla, incluso cuando se pasa una temporada en la que parece que la ansiedad por fin se ha superado… ¡ZAS! aquí está de nuevo, desgastando la relación e impidiendo hacer cosas tan normales como ir al cine, hacer la compra, salir de vacaciones o ir al médico.
Para quien sufre ansiedad a veces es difícil explicar a su entorno el martirio que supone vivir en un mundo que perciben como amenazante, así como el desafío que implica realizar actividades cotidianas. También cuesta aclarar qué comportamientos ayudan más y cuáles no. Hoy voy a tratar de echaros una mano y facilitaros esta cuestión:
- Algunos ataques de pánico no sé de dónde salen. La última vez te pilló en la calle. Y de repente, sin venir a cuento, esa opresión en el pecho, esa sensación de ahogo. Y miedo, mucho miedo, de que te pase algo, de no poder controlarte, de montar una escena, de que te mire todo el mundo… Otras veces sabes lo que lo ha provocado (una situación que temes), pero en ocasiones ocurren de forma inesperada y siempre en lugares y momentos inoportunos.
- Si pudiera calmarme, ¡lo haría!. Quizás una de las formas más ineficaces y contraproducentes para una persona que está teniendo una crisis de ansiedad es escuchar que le digan “Venga, tranquilo/a, cálmate”. Una reacción habitual suele ser que se acentúen los síntomas, pues al miedo atroz se le suma la impotencia y desesperación de ver que la persona que tienes al lado no te entiende y sólo puedes repetirte “¡No puedo, no puedo!”.
- No me cuentes que también estás muy estresado/a, esto es mucho más que estrés. Porque aunque ansiedad y estrés están relacionados, son dos conceptos diferentes. Y la forma de afrontarlos y eliminar su sintomatología también es diferente.
- No te burles, no minimices lo que siento, no te enfades. Para otra persona los miedos de alguien con ansiedad pueden ser tonterías y manías absurdas, pero que me ridiculices o me eches la bronca no hace que desaparezcan mis emociones, sólo me siento más rechazado/a. Nadie elige libremente tener miedo ni perder el control de sus emociones. Y no aparecen para fastidiar ni para llamar la atención. Encontrar una respuesta de falta de empatía en los demás conlleva a que alguien con ansiedad oculte lo que le ocurre (por vergüenza, por sentirse diferente, por evitar que le señalen y le juzguen) y esto sólo retrasa el empezar a buscar una solución realmente adecuada.
- Si tú también te angustias mi ansiedad aumenta. Hay que mantener la calma y no dramatizar. El catastrofismo ya forma parte de la ansiedad, no es necesario alimentarlo más. Lo que hay que hacer es ayudar a la persona a expresar cómo se siente y a tratar de analizar con ella la situación de la forma más realista, y respetuosa, posible.
- Sobreprotegerme y evitarme dificultades sólo hace que me sienta más incapaz. Sabemos que es un acto de cariño y preocupación, pero refuerza la sensación de impotencia de la persona y aumenta su resistencia a afrontar sus temores. Es de agradecer el apoyo que la pareja y la familia aportan, pero hay que tener mucho cuidado con no crear dependencia. Esto desgasta la relación y hace más fuerte la creencia de que la persona por sí sola no podrá enfrentar situaciones temidas.
- Agradezco tu paciencia. Es fácil desesperarse con alguien que tiene ansiedad. Superarla requiere tiempo y mucho esfuerzo.
- No me digas lo que tengo que hacer, ayúdame a buscar ayuda. Los trastornos de ansiedad deben tratarlos los y las especialistas en salud mental (si no fuera así el problema se habría resuelto hace ya tiempo, ¿no crees?). Lo mejor que puedes hacer por alguien que te importa es animarle a acudir a quien puede darle las pautas para solucionar de una vez por todas esta situación . Si tenemos un problema de corazón no dudaremos en acudir a un/a cardiólogo/a. Pues si tienes un problema de ansiedad lo adecuado es acudir a un o una psicóloga. Además, también ofrecemos pautas a la familia para que la ayuda que preste sea realmente efectiva.
Pistas
- “Cuando cambias el modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también”. Wayne Dyer. Ésta es una de las claves para vivir con tranquilidad, disfrutando del presente y sin obsesionarse con preocupaciones que se trabajan en la terapia psicológica cognitiva-conductual.
Idea clave
La familia es un apoyo fundamental cuando una persona sufre ansiedad, pero es necesario saber cómo actuar para no mantener el problema ni empeorar la recuperación.
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