¿Eres de esas personas a las que les cuesta desconectar?, ¿te has cogido unos días libres y tienes la sensación de que estás perdiendo el tiempo?, ¿tu entorno no deja de repetirte que “por favor, ¡deja el móvil ya!”?, ¿tu mente no para y te sientes incapaz de bajar el ritmo?…
A continuación, 8 CLAVES que te ayudarán a Darle a tu Cerebro las Vacaciones que Necesita para seguir funcionando con normalidad:
- Lo primero de todo es concienciarte de que no hacer nada NO significa perder el tiempo. Si vas clasificando las cosas que haces en productivas e improductivas vas a tener serios problemas para desconectar. ¿Quién te ha dicho que cuando la mente descansa no estás haciendo nada útil?. Al relajarla la ayudas a reducir tu ansiedad y a reparar los daños ocasionados por el estrés al que la sometes diariamente, consigues aumentar la concentración posterior por lo que rendirás más y tomarás mejores decisiones, le permites integrar y organizar la información que tiene, eliminando la sensación de estar bloqueado y favoreciendo la creatividad, la capacidad de reacción y el rendimiento
- Elige como destino para tus días de descanso algún lugar que favorezca la tranquilidad, el cuidado del cuerpo, el contacto con la naturaleza y el relax
- Corta la corriente incesante de estímulos a la que estás acostumbrado/a (cenar leyendo tuits, pasear más pendiente de las fotos que vas a subir a Facebook o Instagram que del propio paisaje y de la compañía, responder emails cuando habías decidió echarte una siesta, revisar el móvil continuamente en busca de nuevas actualizaciones…) y dedica tiempo a poner tu atención en una sola cosa cada vez. Practica una actitud mindful y si comes come, si caminas camina, si lees lee
- Negocia (contigo y con las personas con las que vas a convivir en vacaciones) el tiempo que vas a dedicar al día a conectarte al ordenador o al móvil. Puede ser un par de veces al día o cada cuatro horas, pero lo importante es que sea durante un tiempo pactado y limitado de antemano. El resto del tiempo, a no ser que estés pendiente de un aviso realmente importante, procura tenerlo apagado y fuera del tu alcance (y no hagas trampa, ¡puedes saber la hora de otras formas!)
- Explora lugares nuevos, viaja, haz excursiones, prueba comidas diferentes. La cuestión es darle a tu mente la oportunidad de sentir curiosidad, de sorprenderse, de tomar distancia de aquello que le resulta conocido y rutinario
- Si compartes las vacaciones con otras personas planea actividades para disfrutar con ellas, pero también reserva momentos exclusivos para ti. Cada parcela de tu vida tiene unas necesidades. Si cubres unas pero descuidas otras al final mentalmente también te va a pasar factura
- Ten en cuenta que las rutinas y horarios van a verse alterados. Tómatelo con calma, respira profundamente antes de “saltar” y utiliza el humor para quitarle presión a los imprevistos y retrasos. Si ya cuentas con ese posible atasco, con que en la playa haya más gente de la que te gustaría, con que los niños se queden dormidos y se retrase el plan… mejor anticípate y decide previamente elegir la calma como reacción en vez de dejarte arrastrar por la impaciencia y el mal humor. ¡Qué esta vez no se te suba el pulso ni salgan de tu boca sapos y culebras!
- Organiza pero sé flexible. No todo tiene que estar planificado, deja paso a la improvisación. Si habíais dicho de salir a cenar a las 21:00 y son las 21:30 cuando estáis cruzando la puerta ¡concéntrate en disfrutar de lo importante!, no permitas que una estricta agenda convierta un rato libre en una amargura
Pistas
- Si durante estos días te acompañan preocupaciones y pensamientos molestos que te impiden desconectar prueba esta técnica: en cuanto aparezcan interrúmpelos bruscamente diciéndote a ti mismo/a algo como “¡PARA!”, “!ALTO!”, “¡BASTA!”. Si añades tu nombre tendrá más impacto (“Paco, ¡YA!”), y si te pellizcas (sin hacerte daño, sólo que te moleste) o cambias bruscamente de postura también le das más fuerza. A continuación dile algo a tu mente para ayudarla a dirigir su atención a dónde a ti te interese (“Hola pensamiento plasta, sé que estás aquí pero no pienso echarte cuenta hasta que vuelva, ahora voy a disfrutar de la cena”)
- Y un truquito para la vuelta de las vacaciones: intenta hacer coincidir el regreso con un día a mitad de semana. De esta forma te resultará más fácil adaptarte y podrás aprovechar el fin de semana para descansar
Idea clave
Las vacaciones son para tu mente como pasar por el taller para una puesta a punto. Así que, a cargar pilas ¡qué te lo has ganado!
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