Puede ocurrir en cualquier momento del año, pero en vacaciones (verano, navidades) se disparan los encontronazos con ciertos familiares (políticos y de sangre) que pueden convertir un rato en familia en un momento odioso
Algunos se comportan así por falta de habilidades, otros por desconfianza y mal pensados, algunos por mala leche y unos cuantos por una combinación de todos estos factores. La cuestión es que no facilitan el trato ni hacen agradable pasar un rato en su compañía
RECOMENDACIONES para sobrellevar lo mejor posible a esos Familiares de Trato Difícil:
- Resulta realmente complicado mantener una relación con una persona terca, inflexible y autoritaria. Requiere echar mano de toda tu inteligencia, sobre todo la emocional. No anticipes cuál va a ser su comportamiento y céntrate en escoger cómo quieres que sea el tuyo
- Las personas que no saben relacionarte con otras desde una posición de igualdad y que tratan de quedar siempre por encima no soportan que se las contradiga. No lo hagas, para ellas significa un desafío y se tiran a él de cabeza
- No justifiques tus opiniones, porque no le interesan. No va a escucharte sólo va a tratar de imponer las suyas con más fuerza (subiendo más la voz, interrumpiéndote constantemente, acusándote, quitándole valor a tus opiniones). No te sientas obligado/a a justificarte porque no lo estás. Renunciar libremente a no darle aquellas explicaciones que no le interesa lo más mínimo escuchar te puede dar más paz que meterte hasta el cuello en una pelea que sabes de antemano que va a acabar mal
- Eso sí, hazte respetar y no permitas que te desprecie. Puedes responder con educación y firmeza, incluso apelar a la presión del grupo que a esas alturas ya estará más que harto de que siempre cree mal ambiente (“Por favor, ¿podéis pedirle que se comporte?. Para mí es muy desagradable e imagino que para vosotros/as también”)
- Si es cabezota y le puede la soberbia va a insistir e insistir e insitir, aunque se esté dando contra un muro. No esperes que se informe para ver si efectivamente tiene razón ni mucho menos que se corrija y te dé la razón a ti
- El respeto se gana con el ejemplo, no te pongas a su “altura”
- Utiliza un idioma pacífico y calmado, con palabras y gestos serenos. Huye de la ironía, el sarcasmo y la brusquedad. Esto te aportará a ti tranquilidad y hará destacar aún más sus salidas de tono
- Aunque te pinche, no expreses todo lo que sientes. No entres al trapo o al final conseguirás darle más motivos para que persista en su ataque. Y, sobre todo, no te pongas a su nivel, luego te vas a sentir fatal
- No cedas a la provocación. Si en otro momento le mostraste tus puntos flacos irá a por ellos. Este tipo de personas suelen cebarse con otras más sensibles y llenas de valores. Anticípate y decide no dejarte provocar
- No es tanto esa persona la que te saca de quicio como el que ya vas predispuesto/a a que te saque de quicio. Antes de una reunión elige que tu actitud sea relacionarte desde la tranquilidad sin dejarte arrastrar por lo que sientas. No siempre conseguirás pararle los pies, pero después te sentirás mejor contigo mism@ por haberte controlado
- No cedas al chantaje emocional. Si detecta que eres una persona sensible te va a atacar por ahí. Aleja sus palabras de tu autoestima, lo que esta persona piense no condiciona lo que tú eres
- Que crea que SU verdad equivale a LA verdad no significa que sea real. Tienes derecho a tener otro punto de vista y punto, no le des más vueltas
- Tira de paciencia. Respira, toma aire despacio, no hace falta que contestes enseguida, puede ser que incluso no haga falta ni que contestes. Busca que esos ratos te hagan valorar más al resto de personas amables y encantadoras con las que da gusto compartir tu tiempo
- Algunas personas creen que lo saben todo. Cruzan el límite de su ignorancia a mil por hora y pretenden que les aplaudas y les rías las gracias. No estás obligado a responder como esperan. Si te incomoda házselo saber
- Recuerda siempre que lo importante es la opinión que TÚ tienes de TÍ, y una persona de esta “altura” no merece que te cuestiones
- No te lo tomes como algo personal. Seguro que si tú no estuvieras encontraría otra persona en la que descargar sus malas maneras
- Sepárate sin rencor o te quedarás emocionalmente enganchado/a a quien te ofendió. Recuerda que perdonar es algo que haces por ti, no por la otra persona, para poder liberarte de las emociones desagradables que te provocaron sus palabras y sus gestos
Pistas
- La técnica del disco rayado funciona muy bien cuando nos insisten tratando de que cedamos. Elige una frase con la demuestres lo que piensas y con la que te sientas cómodo/a y repítela una y otra vez. “Lo siento, no estoy de acuerdo pero no voy a discutir”. Aquí lo importante es agarrarte a tu frase y no soltarla, porque este tipo de personas suelen ser muy insistentes y si notan tu disgusto e irritación seguirán presionando hasta que al final le des (o al menos lo intentes) algún tipo de argumentos, y entonces ¡zas! volverán a atacarte de nuevo
- Después de un encuentro con un familiar difícil no te quedes dándole vueltas a lo que ha pasado. No puedes borrar lo que haya ocurrido pero sí puedes elegir en qué quieres centrar tu atención. Así que cierra esa puerta y regálate un premio por haber aguantado la experiencia. Algo que te relaje, que facilite que aparezca de nuevo el buen rollo y que te ponga de buen humor
Idea clave
Todos merecemos un respeto que se demuestra en que nos traten bien. Pero en ocasiones es mejor tener paz que tener razón, y no por ello estás claudicando, sino que es una forma de cuidar de ti
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