Como dijo Cicerón, “una cosa es saber y otra saber enseñar”. Hasta la materia más interesante puede hacernos bostezar de aburrimiento si nos la cuentan de forma monótona y excesivamente técnica, y hasta la teoría más compleja y pastosa se puede transformar en una tarde divertida a manos de quien sepa conectar realmente con su auditorio.
Hay que conocer la materia. No vale estar improvisando ni rellenando espacios con paja. Las personas que están dedicando unos minutos, cuando no horas, de su vida a escucharte se merecen mucho más. Debes ser profesional, y no sólo serlo, debes parecerlo. Desde que saludas y agradeces la atención (por qué dejarlo para el final) hasta que das por concluida la sesión. Ni vale ser Einstein en tus conocimientos pero inaccesible para quien te escucha, ni ser un vendedor de humo ni una charlatana, en donde lo único que tienes es un piquito de oro y un mensaje vacío.
A continuación se enumeran 12+1 claves que te acercarán a la excelencia docente. Tenlas presentes y te asegurarás que quien te escucha se sienta encantado/a de haber empleado su tiempo con provecho en una de tus sesiones. Y si tu auditorio está plenamente satisfecho, tú has triunfado.
1. Actualízate. Renovarse constantemente es fundamental. Hay que dedicar tiempo para ofrecer lo mejor y lo más novedoso, con sus ventajas e inconvenientes y relacionándolo con lo que existía previamente.
2. Relaciona la materia a impartir con los intereses y necesidades de tu alumnado. Poner ejemplos y anécdotas reales, cercanos y comprensibles y relacionarlos con los nuevos conceptos.
3. Empieza por los contenidos más sencillos y concretos y ve avanzando hacia los más difíciles y abstractos de forma gradual. Facilita la comprensión y asimilación de conceptos.
4. Muestra empatía. Ponte en el lugar de quienes tienes en frente. Si eres capaz de identificar qué sienten (aburrimiento, cansancio, expectación, interés, confusión…) tendrás una valiosa pista para continuar con buen pie tu exposición. Crea un buen clima y utiliza la inteligencia emocional como metodología.
5. Utiliza el humor. Con delicadeza y respeto. Algunas dosis de humor, natural y espontáneo (nadie pretende que te pongas a contar chistes), relajan y crean buen ambiente.
6. Adecúa el vocabulario. No seas excesivamente técnico/a pero tampoco demasiado coloquial.
7. Ofrécete como experto/a cercano/a. El auditorio tendrá claro tu dominio sobre la materia, pero se sentirá cómodo para preguntar e intervenir, lo que siempre enriquecerá la exposición.
8. No sólo permitas la participación, provócala y dinamiza la charla. No tengas miedo a las preguntas e intervenciones. Que el público sea el protagonista, no tú.
9. Entrena tus dotes de comunicación. Ejercita tu capacidad para transmitir las ideas de forma ordenada y sintetizada, y tus habilidades de escucha activa (no sólo tienes que escuchar sino demostrar que estás escuchando).
10. Programa tu exposición, tanto si se trata de media hora como de cinco. Hay que tener claro qué se quiere decir y cómo. Al finalizar te ha ha tenido que dar tiempo de explicar todos los puntos que tenías previsto.
11. Si utilizas recursos didácticos, estos serán sólo un apoyo. Sólo con tu persona será posible dar la charla, todo lo demás es un complemento que facilita y refuerza la exposición.
12. Muestra en todo momento tolerancia y respeto a la diversidad. Todo el mundo aprende, incluso si eres quien en este momento está enseñando algo. Cada persona tiene algo que aportar. Incluso las ideas más peregrinas pueden ser señal de que no se están entendiendo bien el mensaje y pueden ser una pista perfecta para dar un giro a la explicación.
12+1. ¡Disfruta!. Pásatelo bien y conseguirás trasladar ese estado de ánimo a los demás.
Pistas
- No sólo hay que tener la competencia técnica y teórica necesaria sobre la materia a impartir. Es necesario también contar con competencia didáctica y pedagógica (saber programar, impartir y evaluar) y competencia social (poseer actitudes básicas para la docencia como flexibilidad, gusto por las relaciones humanas, facilidad para motivar, sensibilidad hacia las diferencias y humildad).
Idea Clave
Una buena programación, gusto por las relaciones humanas y disfrutar compartiendo conocimientos son aspectos claves que nos harán salir por la puerta grande en una exposición.
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