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Procrastinar, el trabalenguas que puede acabar con tus metas y propósitos

24 de mayo de 2017 Escrito por Ansiedad y Estrés, Desarrollo Personal, Profesional-mente 0 comentarios en “Procrastinar, el trabalenguas que puede acabar con tus metas y propósitos”

Pocas veces un término ha sido tan difícil de pronunciar como de atajar. Procrastinar significa diferir, aplazar. Y ¿quién no actúa así alguna vez?

 

“Te sientas delante del ordenador. Vas a preparar la ponencia que tienes que dar la semana que viene. No tienes el tema demasiado claro. Te pones a revisar algunas de las otras charlas que ya has dado para ver cuál te inspira más. De repente te acuerdas de un vídeo que viste una vez y que puede resultar interesante. Entras en internet para localizarlo pero te llama la atención un anuncio sobre zapatillas de montaña que estuviste buscando hace unos días. Entras en la web “un momento” a echarlas otro vistazo (vaya a ser que desde el fin de semana hasta ahora se hayan multiplicado las características de las zapatillas o en la tienda hayan decidido tirar la casa por la ventana y estén regalando pares justo de tu número). De ahí, no sabes cómo, terminas mirando la previsión del tiempo, la cartelera del cine, una revista sobre motor y una web de recetas vegetarianas. Entre medias, has ido echando un vistazo a las redes sociales y cuando miras de nuevo la hora piensas “uff, qué tarde, ya para qué, no me da tiempo de ponerme. Mejor empiezo mañana a primera hora que estoy más fresco/a”

 

¿Te resulta familiar?. Éste es un ejemplo de cómo se puede tirar por la borda la mejor de las intenciones cuando decidimos postergarla por un plan más agradable y atractivo (si quieres otro ejemplo te recomiendo la charla TED de Tim Urban. No sólo vas a ver que la dilación no nos lleva a nada bueno, sino que además te vas a echar unas risas)

 

Todos/as procrastinamos un poco. Es una conducta bastante habitual, y da igual el tipo de tarea que haya que enfrentar. Pero para ciertas personas se convierte en un problema. Y no sólo porque frecuentemente los demás piensan de ellas que son descuidadas y perezosas. El problema está sobre todo en que sienten que es absurdo actuar de esta manera, pero no saben cómo dejar de aplazar rutinas y tareas, y esto les ocasiona sentimientos de Inutilidad, Ansiedad y Falta de Autoconfianza

 

Aunque procrastinar es un término que parece que se está poniendo de moda, para la psicología cognitivo conductual no es nada nuevo. Ya en 1977 Ellis y Knaus, en su obra Overcoming procrastination, definieron la procrastinación como “un aplazamiento de una acción que se ha decidido realizar” y enumeraban 11 PASOS que todo procrastinador/a recorre de forma prácticamente sistemática:

1. Desea realizar la tarea o considera que tiene que realizarla, aunque puede que no le resulte atractiva, porque valora que el resultado va a ser beneficioso

2. Decide ponerse manos a la obra

3. La retrasa innecesariamente

4. Considera las desventajas de aplazarla

5. A pesar del punto 4. Continúa posponiendo la tarea que había decidido realizar

6. Se recrimina a si mismo/a por su procrastinación. O puede ser que busque excusas y se autojustifique o intente no pensar en la tarea

7. Continúa aplazando la tarea (procrastinando… procrastinando… procrastinando)

8. De repente ¡se acerca la fecha límite para realizar la tarea!, y con la angustia y la precipitación de estar en el “último minuto” se apresura a realizarla

9. Se siente muy mal consigo mismo/a, se enfada y se reprocha su retraso innecesario

10. Al más puro estilo Escarlata O ´ hara se promete a sí mismo/a que “¡a Dios pongo por testigo que nunca más volveré a procrastinar!”. Y lo dice sinceramente convencido/a, en “ese momento” siente que está adquiriendo un compromiso consigo mismo/a

11. Poco tiempo después, se enfrenta de nuevo a otra tarea en la que, sobre todo si es especialmente complicada o tediosa, vuelve a procrastinar

 

Existen 3 Razones de peso que ayudan a que la Procrastinación Aparezca y se Mantenga:

» Los Pensamientos Autocríticos del Procrastinador/a: la persona, basándose en todas las veces que ha aplazado tareas, piensa mal de sí misma (“soy un vago”, “parezco mi hija pequeña que sólo quiere jugar, qué poco responsable soy”, “no valgo para esto, ¡si no sé ni por dónde empezar!”), y esto fomenta su ansiedad y malestar, lo que favorece aún más los aplazamientos

 

» Miedo al Fracaso: En algunas personas también aparece una visión muy estricta y exigente de sí misma y de los resultados que tiene que obtener, considerando dichos resultados como un reflejo de su valía personal. En estos casos, se pueden llegar a posponer las tareas de forma que se obtiene una justificación alternativa ante un posible fracaso (“es que no he tenido tiempo de prepararlo bien”)

 

» La Baja Tolerancia a la Frustración: la persona es consciente de los beneficios de realizar la tarea pero sabe que eso conlleva un esfuerzo y tener que ponerse a trabajar duro en el presente. Vive la expectativa de ese esfuerzo como insoportable y muy desagradable, y cede a la baja tolerancia a la frustración. Es decir, decide aplazar la tarea, obteniendo automáticamente la recompensa de reducir el malestar que estaba sintiendo (y aceptando también automáticamente, sin darse cuenta, las consecuencias problema a largo plazo como el aumento de la ansiedad o la sensación de inutilidad que vivirá más adelante)

 

Por lo tanto, en la procrastinación no se trata de que la persona sea perezosa o negligente y no tenga intención de trabajar o de realizar la tarea. Sí que la tiene. El problema está en que cuando llega la hora de ponerse a trabajar, sus prioridades cambian y sustituye la tarea por otras actividades más agradables

 

¿Cómo se Trabaja desde la Psicología la Procrastinación?. Realizando Intervenciones que Ayuden a las personas a:

Gestionar mejor sus emociones negativas, afrontando de una forma más adaptativa el estrés, la ansiedad, la inseguridad y el miedo al fracaso

Identificar sus pensamientos distorsionados y reestructurarlos por otros más realistas y ajustados

Controlar la impulsividad

Fortalecer la tolerancia a la frustración

Entrenar la fuerza de voluntad y el autocontrol

Aumentar su capacidad de mantener la atención de forma consciente

Mejorar sus habilidades de gestión del tiempo

Aumentar sus niveles de organización

Reforzar su autoeficacia y desarrollar una autoestima sana

 

Procrastinar psicoemocionate

 

Pistas

  • Algunas personas procrastinan de forma deliberada, porque consideran que obtienen mejores resultados cuando están bajo presión, e incluso les pueden resultar excitantes y atractivas las emociones que se despiertan al realizar las tareas en el último momento. El problema que pueden tener aparece cuando no tienen que enfrentarse a una actividad con un plazo determinado, y sin embargo continúan aplazando la conducta (por ejemplo, el cuidado de uno/a mismo/a en principio no tiene fecha límite, y estas personas pueden encontrarse aplazando indefinidamente actividades que favorecen su salud física y mental)

 

  • Las personas que no han escogido deliberadamente el hábito de procrastinar, se sienten agobiadas y molestas por este comportamiento suyo, y a medida que se acerca la fecha límite se dispara en ellas la ansiedad, el desánimo y la sensación de fracaso. Este elevado malestar psicológico hace que deseen intensamente reducir la conducta de procrastinar

 

Idea clave

Procrastinar es una conducta que se puede superar, aumentando de esta forma el rendimiento, gestionando más adecuadamente el tiempo, mejorando los resultados de las tareas y fomentando la seguridad personal y la autoconfianza

 


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