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Estrés y Ansiedad…porque no es lo mismo

5 de marzo de 2015 Escrito por Ansiedad y Estrés 0 comentarios en “Estrés y Ansiedad…porque no es lo mismo”

“¡Qué estrés tengo!”, “No aguanto más esta ansiedad”, “Con estos nervios no puedo seguir”… frases que utilizamos de forma habitual en las que no distinguimos entre estar estresados/as y ansiosos/as. Y existen diferencias entre ambos conceptos.

El Estrés aparece porque surgen unas determinadas circunstancias que lo desencadenan (un imprevisto económico al que hay que hacer frente, un problema con el niño en el colegio, una entrega de trabajo con un plazo muy ajustado…). Estas circunstancias piden una respuesta por nuestra parte.

Si consideramos que contamos con los suficientes recursos como para afrontar con éxito la situación y salir victoriosos/as (reorganizo mi economía de forma que puedo hacer frente a ese gasto con el que no contaba, confío en poder solucionar con la profesora de mi hijo el problema y sé que cuento con habilidades asertivas y de negociación, gestiono mi tiempo de forma que controlo las posibles interrupciones para poder cumplir con el plazo de entrega en el trabajo…) estaremos hablando de un Estrés Positivo o Sano, que nos ayuda a adaptarnos al medio.

Si por el contrario sentimos que no contamos con los recursos (internos y externos) necesarios para dar una respuesta adecuada a esas circunstancias, o bien esas circunstancias se alargan demasiado en el tiempo (pago el imprevisto pero no consigo recuperar mi economía, la tutoría con la profesora termina en discusión, entrego a tiempo mi trabajo y en el mismo momento me presionan con una nueva entrega) , aparece el Estrés Negativo, que favorece la aparición de problemas cardiacos y digestivos, alteraciones en el sueño, falta de concentración, síntomas de depresión, etc.

Si las circunstancias estresantes desaparecen pero continúan los síntomas de estrés es cuando aparece la Ansiedad, y reaccionamos ante situaciones cotidianas (subir en ascensor, viajar en avión, hacer cola en el supermercado, ir en el autobús, dar una clase…) como si nuestra supervivencia estuviera en peligro (anticipando lo que va a ocurrir de forma catastrófica, evitando aquellas situaciones que tememos, con palpitaciones y sensación de ahogo…).

La Ansiedad nos permite reaccionar rápidamente cuando nos enfrentamos a un peligro (vamos a cruzar la calle y un coche aparece a gran velocidad. Nuestro cuerpo reacciona de forma que pegamos un salto hacia la acera salvándonos del accidente). Los problemas con la ansiedad aparecen cuando mantenemos sus síntomas sin que haya una razón aparente que lo justifique o cuando estos síntomas son excesivos.

 

¿Qué puedes hacer para reducir tu Estrés?

  • Aprende técnicas de relajación, meditación, mindfulness…
  • Cuida tu alimentación y Reduce el consumo de excitantes, cafeína, nicotina…
  • No vale decir “no tengo tiempo” y no dedicarte unos momentos de ocio. Si no cargamos las baterías emocionales es difícil seguir funcionando
  • Entrena tus habilidades asertivas para que las relaciones con los demás no sean fuentes de intranquilidad
  • Tratar de controlarlo todo genera descontrol. Aprende a delegar y a confiar en la capacidad de los demás
  • Las superwoman y los superman los dejamos para los cómics. Dividir la atención entre varias tareas o comenzar una nueva cuando aún hay una (o más) entre manos suele conllevar una pérdida de tiempo o de la calidad de los resultados
  • Lleva un diario emocional en el que anotes cómo te sientes y cuáles son tus pensamientos negativos que te bloquean durante el día, para después poder contrarrestarlos (la mayoría de las veces no es tan fiero el león como lo pintan)
  • El estrés crónico favorece la aparición de serios problemas físicos y psicológicos. Si no consigues mantener a raya tu estrés, busca apoyo.

 

¿Qué puedes hacer para reducir tu Ansiedad?

  • Ante todo no te disculpes por sentirte así. Seguramente en tu entorno escucharás que alguien te dice que lo que te ocurre “no es para tanto”. Esto te puede hacer sentir muy mal y quizás decidas ocultar lo que te pasa por vergüenza, pero así sólo conseguirás alargar y empeorar una situación que puede trabajarse con relativa facilidad.
  • Intenta dejar de preguntarte miles de ¿Y por qué?. Buscar una explicación a todo lo que te pasa no te ayuda a estar en calma
  • Aprende técnicas de respiración y relajación, son muy efectivas
  • Las personas con ansiedad viven constantemente en el futuro. Entrena tu mente para que viva EN el presente. Mindfulness te puede venir muy bien
  • No te inventes tragedias, ni propias ni ajenas. Deja de pensar siempre en la peor opción y cambia ese discurso en el que sólo hablas de problemas y dificultades por el de las soluciones y posibles alternativas
  • Al tratar de evitar esas situaciones que te dan miedo no haces sino alimentarlo y ponerlo gordo y grande. Demuéstrate a ti mismo/a que el tamaño de tu miedo está sólo en tu mente y que eres capaz de enfrentarlo ¡y desinflarlo!
  • La ansiedad causa un perjuicio importante en quien la sufre y en su entorno. Si no consigues dominarla, busca apoyo.

Pistas

  • Una persona con Estrés lo definirá como “Siento que no soy capaz de afrontar con éxito todo lo que mi vida personal y profesional me pide”
  • Y alguien con Ansiedad como “No puedo controlar esta preocupación constante y extrema por situaciones cotidianas que en realidad no suponen un peligro para mi”

 

Idea clave

Los efectos de la ansiedad y el estrés a largo plazo pueden ser devastadores. Lo recomendable es aprender a dominarlos cuanto antes.

 

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Reblogueó esto en ACME Psicología y Coachingy comentado:
Un artículo donde de manera clara y concreta se ejemplifica las diferencias entre el estrés y la ansiedad.

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