Ambivalencia psicoemocionate

Ambivalencia: Quiero Pero No Quiero

17 de mayo de 2017 Escrito por Ansiedad y Estrés, Desarrollo Personal 1 comentario en “Ambivalencia: Quiero Pero No Quiero”

“La ambivalencia es un estado de la mente en el que una persona tiene sentimientos conflictivos simultáneos sobre algo” (Miller y Rollnick, 1991)

 

“Quiero estar menos pendiente del móvil. Cada vez me genera más estrés tener que prestarle tanta atención, lo miro continuamente. Pero también me ayuda a distraerme cuando me meto en las redes, es como un paréntesis entre tanta tarea rutinaria…”

 

“Quiero ir de vacaciones a la playa, me apetece muchísimo. Pero eso significa tener que compartir unos días en el mismo apartamento con la familia política y eso no me relaja demasiado. Aunque también nos permite ahorrar un dinero que vamos a necesitar más adelante…”

 

“Quiero superar mi alcoholismo pero eso significa dejar de beber y afrontar totalmente sobrio la presión de mi círculo social…”

 

“Quiero liberarme de esta fobia que no me deja vivir. Pero me da pánico hacerle frente…”

 

Ni contigo ni sin ti. Sí pero no. Quiero pero no quiero. Dilema. Duda. Ambivalencia. Ese estado en el que se siente a la vez atracción y rechazo por la misma circunstancia. Es un proceso absolutamente normal, aunque muchas personas se sienten débiles por no saber resolverlo y muchos/as psicólogos/as lo toman como un enemigo al que hay que derrotar a golpe de argumento, dejándose el pellejo intentando convencer a su cliente sobre la opción que debe tomar

 

La cuestión es que somos indecisos/as, ¿y?. Obviamente encontrarse en la encrucijada de que ante la misma opción sientas deseo y ganas de salir corriendo no es nada agradable. Y más obvio aún es que ojalá cada opción que se nos plantea en la vida fuese 100% horrible o 100% maravillosa. Elegir sería un camino de rosas

 

Pero dejando a un lado obviedades y fantasías, el caso es que no son pocas las veces en las que tomar una decisión o introducir un cambio importante en nuestra vida nos supone un buen pellizco en el estómago y más de una noche sin dormir

 

Hasta la decisión de acudir a un o una psicóloga está muchas veces bajo ese quiero y no quiero. Suele ser bastante habitual escuchar durante las primeras sesiones frases como “si yo quiero cambiar esto, sé que es lo que me hace falta, pero…”

 

Por suerte, en consulta contamos con algunas herramientas para ayudar a tomar una decisión. El balance decisional es una de ellas. Personalmente me resulta un reto apasionante, pues cada persona es única, y por lo tanto, sus argumentos también lo son. Cierto que algunos se repiten de una a otra, pero la mayoría de motivaciones, los temores, las dudas y las expectativas son diferentes. Y aquí es donde aparece el reto: Acompañar a cada persona a Descubrir lo que le Motiva en particular, y comprender cómo es posible Ayudarla a Aumentar su Motivación para Tomar una Opción o Decidirse a Introducir un Cambio en su Vida, personal o profesional

 

El balance decisional puede ser muy útil. Empecé a utilizarlo cuando trabajaba con personas con adicción al alcohol. Me encontraba con frecuencia que acudían frustradas y a la defensiva, pensando que conmigo iban a encontrar la misma confrontación que en casa: una lista sin fin de argumentos para que dejaran de beber. Pero yo sacaba una hoja y les dibujaba una tabla muy simple, con dos opciones: seguir bebiendo como hasta ahora o dejar de beber. Y de cada opción, ventajas e inconvenientes. Hubo incluso quien se sorprendía de que fuéramos a incluir ventajas de continuar con la bebida

 

Pero es que las hay. Por ejemplo, calmar la ansiedad. O perder la vergüenza. Esas son ventajas muy potentes y no se pueden ignorar. Pero ¿Y si consiguieras calmar la ansiedad con algo que no fuese el alcohol?, ¿y si aumentara la seguridad en ti mismo/a de forma que ya no te hiciese falta beber?. ¿Quitaríamos entonces estos argumentos de la parte de beneficios de continuar bebiendo como hasta ahora?

 

Con el paso del tiempo he ido aplicando el balance decisional a otras situaciones que nada tienen que ver con la adicción, pero que todas tienen como denominador común el que las personas sienten un serio conflicto entre realizar una conducta o no (comenzar una psicoterapia para afrontar el miedo a volar, cambiar los hábitos de alimentación, dejar de fumar, cambiar de trabajo, romper definitivamente una relación sentimental, etc)

 

Hacer una tablita como la del ejemplo de la bebida con cualquier situación en la que no se sepa qué decisión tomar es algo relativamente sencillo, pero el ejercicio de bailar con la ambigüedad puede ser agotador. Requiere (de nosotros/as los profesionales hacia la persona a la que atendemos y de la propia persona hacia sí misma) destreza, tolerancia y mucha paciencia con quien ahora pone un argumento en un lado de la balanza, ahora dos en el contrario. Pero resolver la ambivalencia es fundamental para comenzar cualquier cambio, así que ¡a bailar!

 

Dudar Tomar una Decisión Psicoemocionate

Pistas

  • No hay ni que pelearse ni negar la ambivalencia. Dudar es humano. Es mejor aceptar la indecisión como algo normal, dejarle espacio y, desde esa postura flexible y respetuosa, es cuando podemos empezar a resolverla. Liberarse de la ambivalencia significa tomar una decisión y comenzar a avanzar hacia el cambio

 

  • Como psicóloga trato de ayudar a cada persona con la que trabajo a que encuentre sus propios motivos para cambiar, para avanzar. No me corresponde a mí dar las razones por las que alguien debe cambiar, pero sí es mi papel ayudarla a descubrirlas (la motivación que alguien encuentra en su interior es muchísimo más potente que aquella que se trata de imponer desde fuera)

 

Idea clave

Las personas somos realmente poderosas a la hora de encontrar soluciones a nuestros problemas. La dificultad se encuentra en que a veces nos quedamos atascadas en la duda. El mensaje que ofrezco como psicóloga es sencillo y directo: si lo deseas, te ayudo para que tú solo/a seas capaz de escoger y llevar a cabo un proceso de cambio y mejora personal

 

 


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1 comentario en “Ambivalencia: Quiero Pero No Quiero”

Patricia dice:

Hola
Me encantó tu artículo .
Te cuento que estoy atrapada en una relación ambivalente.
Saludos

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